RECAÍDA

-Tienes que ser muy firme en tu decisión. Las cosas no serán sencillas. Quizá te digas que nunca pediste pasar por esto y te dé miedo el camino que hay que seguir. Quizás tengas muchas dudas y sé que el miedo será demasiado pero siempre cree en ti-.

Definitivamente hablar y ser participe en la búsqueda del cambio se ha vuelto parte necesaria en mi vida. Solo que estar siempre al pendiente de las historias de muchísimas compañeras, además de ver si mi historia podría ser mejor, me cansaba tanto. -El desgasto emocional, le dicen-.

No notaba que hubiera cambios con respecto a la terapia psicológica, sentía más bien que a la doctora le molestaba mi sinceridad con respecto a mi estado emocional. Por otro lado, la psiquiatra seguía mostrando su inconformidad con respecto a que yo asista a la universidad. “Estas empeorando” -me decía-. Cambio mi medicación tres veces. Las pastillas cada vez eran más fuertes.

La verdad es que las cosas nunca volvieron a ser iguales, pero por más hundida que me sentía siempre volvía a mí el deseo de superación. No importaba sí estaba un día, una semana o un mes sumergida en mi oscuridad, siempre existía el momento en el que me decía “vamos tu puedes, ya falta poco”.

Compre un sketchbook y cada vez que me sentía triste empezaba a dibujar. -Hice muchísimos dibujos-.

Sabia que la soledad me afectaba, pero no quería salir. No me sentía cómoda aun compartiendo con el exterior. Un amigo muy querido, me regalo una gata. Desde entonces Molly y yo nos volvimos inseparables. Se convirtió en mi compañía en los momentos en los que lo único que quería era llorar. También fue mi fuente de alegría. -Amo jugar ella-.

Se volvió muy incomodo tener que ir a fiscalía, al juzgado o incluso al CEM. Dada la noticia que salió en el periódico, una abogada de la sede central se comunicó conmigo y decidió estar al pendiente de mi caso. -Siempre me pregunte ¿por qué las instituciones y las organizaciones de ayuda, parecen estar más interesados por los casos que se presentan en las noticias? ¿Qué hay de los casos que se dan en las provincias? Cuyas noticias ni si quiera llegan a Lima. ¿Qué hay de los casos que no salen en los periódicos? -Siempre recuerdo la frase que me dijo la nueva a bogada que tomo mi caso- “Lo que vez en las noticias no es nada comparado con la realidad”. También agrego que recibía alrededor de 20 casos de violencia de género al día. Nunca estuve lo suficientemente preparada para su dureza al hablarme.

El tercer intento de suicidio fue casi inconsciente. Trataba a diario de darme ánimos aún cuando todos sabíamos que las cosas con mi caso no iban para nada bien. A pesar de ello, siempre trataba de echarme ánimos. “Faith” se volvió mi palabra clave. -Aun hoy quiero tatuarlo en mi brazo-. Solo la fe podría cambiar el rumbo de mi caso. -Dicen que lo ultimo que se pierde es la esperanza. Yo aun no la he perdido-.

Un día tenia cita con mi abogada y parecía estar muy incómoda. Ya llevaba algunos días mostrándose así conmigo. ¿Qué quieres hijita?, Vengo porque usted me cito -Le dije-

La conversación se convirtió en algo que jamás hubiera querido tener. Su manera de hablarme fue tan cruel. Parecía que era yo quien tenia que convencerla de que hacer con respecto mi caso, en vez de que ella me diga cual era su plan para llevarlo.

Se notaba su incomodidad y yo me sentía cada vez más y más nerviosa. -Ya había tenido algunos ataques de ansiedad y la verdad no son algo que desearía por nada del mundo-.

Salí de su oficina casi sin poder respirar, me senté y le dije a mi papá -quien me había acompañado- que por favor me consiguiera agua. Necesitaba tomar mis pastillas. No podía respirar, mi cuerpo empezó a temblar y empecé a llorar. -Las personas al rededor, me miraban- Mi papá trajo el agua y me tome más pastillas de las que debía, -solo no quería sentir más toda esa sensación-.

Lo siguiente que supe es que estaba en un taxi acompañando a la abogada a la fiscalía a ver el expediente. Casi no veía, solo tenia mucho sueño. -no recuerdo más con respecto a ese día-. Solo sé que mi papá me llevo a casa y dormí con mucha tranquilidad.