DESCONCIERTO

Eran las 5 de la mañana, iba buscando resguardo en casa de quien para ese momento consideraba mi mejor amiga. En mi mente no había nada, ni siquiera estaba al tanto de quienes estaban a mi alrededor, caminaba; solo eso.

Tenía unas marcas en el cuello, me dolía mucho, mi cabello estaba vomitado y ni caso al hecho de no tener brasier. Lloraba sin control cuando tocaba el tema, esa única persona que lo sabia para ese momento y que me acompañaba en mi camino. El resto del tiempo la pase ensimismada.

Solo quería dormir. ¿Denunciar o no hacerlo? ¿Qué diría mi familia? Seguro ha sido mi culpa por exponerme. Si se hace público ¿Cómo me verán en la universidad? ¿Tendría enemigos a los que no les guste que denuncie a su allegado? ¿Y si me lastiman? ¿Tendré que dejar la universidad? ¿Ha sido mi culpa? Estoy segura que no o ¿sí? Mi mamá esta delicada la acaban de operar. Mi padre perdió a su padre hace poco y ha estado deprimido. Mi hermano vive su vida con su familia. ¿A quién le voy a contar?¿Quién va a ayudarme? Necesito un abogado. ¿Cómo voy a pagarlo? ¿Y si todo es por nada? ¿Si no logro nada al denunciar? ¿Y si lo único que logro es exponerme al juicio de todos? NO SÉ QUE HACER…

Estoy segura de que no quiero volver a saber nada de él, que no se me acerque, no quiero verlo. Borre su número, lo bloqueé del whatssap, elimine todo rastro, me daba asco y rabia pensar si quiera en el. ¿Qué más puedo hacer? Tengo miedo.

No quiero volver a casa, siento malestar en mi cuerpo, me duele el cuello, me siento asquerosa. ¡Puta vida de mierda! ¿Qué voy a hacer? No quiero denunciar, ¡tengo miedo! Pero es lo que tengo que hacer. ¿Y si no logro nada? Recibí una llamada “El dice que todo ha sido consentido”, no sentí nada. Me daba igual la vida, me daba igual todo. Si no estaba dormida, solo quería llorar.

Entonces ella me dijo: “Te conozco muy bien y sé que si no denuncias ahora, te vas a arrepentir toda tu vida” (No se equivoco). Si! Tenía que denunciar, conlleve lo que tenga que llevar y me traiga los problemas que me tenga que traer. Era mi vida, mi cuerpo y mi decisión y él había pasado por encima de ello. Y no me iba a quedar callada, ¡nunca!